Entradas Copa del Mundo de Rugby Femenino

El Mundial de Rugby Femenino es un espectáculo deportivo del más alto nivel, en el que se puede disfrutar de las mejores selecciones y jugadoras internacionales de esta disciplina. Los espectadores vibran con el dinamismo del juego, la emoción de los resultados y el talento, la entrega y la disciplina de las jugadoras.

Un acontecimiento deportivo en auge

Quien consigue entradas Copa del Mundo de Rugby Femenino sabe que va a vivir una experiencia deportiva extraordinaria. Esta competición, la Copa del Mundo Femenina, se celebró por vez primera en Gales, en 1991, con un total de 12 selecciones participantes. La victoria cayó del lado norteamericano, país que, en la final, se impuso al combinado nacional de Inglaterra. Previamente se había celebrado en 1990 un torneo similar en Nueva Zelanda, no oficial y con selecciones invitadas, que fue la génesis necesaria para que el campeonato del mundo femenino de rugby llegase a ver la luz.

Las reglas básicas de la competición femenina son idénticas a las del rugby masculino. Los equipos están formados por 15 jugadoras (aunque también hay torneos para 7, 10 y 12). Los partidos duran 40 minutos (o 7, cuando se trata de rugby seven). En un clima de máximo respeto al rival, las contendientes de este deporte de contacto se enfrentan con la intención de conseguir el mayor número de puntos. Al terminar el match se celebra el conocido como Tercer Tiempo, en el que el equipo local invita al visitante a una confraternización postpartido.

El espectáculo está servido

El equipo que más veces ha ganado la Copa Mundial de Rugby Femenino es Nueva Zelanda, seguido de cerca por Inglaterra que, por otra parte, es la selección que en más ocasiones ha sido subcampeona en el torneo. Estados Unidos, Canadá, Francia, Australia, Gales e Irlanda son el resto de las potencias mundiales que han brillado en este torneo. Los aficionados que disponen de entradas Copa del Mundo de Rugby Femenino disfrutan de la emoción en cada partido, los cuales suelen destacar por la importancia de la clasificación en juego y los distintos estilos de los combinados participantes. Melés interminables, placajes de impresión, ensayos de infarto y pateos prodigiosos son habituales en esta competición que reúne, cada cuatro años, a las jugadoras y las selecciones más impresionantes del mundo.

El rugby femenino se encuentra, hoy en día, en un proceso de consolidación y auge internacional que, en gran medida, se debe a la belleza, la espectacularidad y la emoción de campeonatos como este, en el que las mejores compiten por inscribir, para siempre, su nombre y el de sus selecciones en el palmarés de la competición mundial más importante de la historia. Estar en las gradas y disfrutar de estos partidos suele resultar una experiencia memorable, inolvidable, plena de intensidad, entretenimiento y carisma.